domingo, 15 de diciembre de 2013

Trastornos con componentes agresivos y relacion con conductas delictivas II

TRASTORNOS EN EL CONTROL DE LOS IMPULSOS:
Los trastornos en el control de los impulsos son entidades todas ellas muy vinculadas a conductas ilegales aunque, salvo excepciones, su importancia es irrelevante. En el peor de los casos, y sobre todo, en el llamado trastorno explosivo intermitente, nos vamos a encontrar con delitos de lesiones e incluso con el homicidio (Cabrera y Fuertes, 1997).

Son delitos que se originan por la confluencia de dos factores. Por un lado, de la intensa ansiedad-impulsividad-agresividad existente y, por otro, debido al precario control racional lo que da lugar a la existencia de actos en los que no existe la necesaria regulación volitiva (Cabrera y Fuertes, 1997).

También nos encontramos con otro tipo de conductas delictivas que forman parte de la esencia misma de los trastornos. Así tenemos el hurto del cleptómano, hurto que se caracteriza por ser inmotivado, carente de valor, no premeditado y claramente unido a la patología psicológica. Por último, podemos observar la existencia de otro tipo de actividades delictivas tales como la provocación de incendios en los pirómanos y el robo, la estafa, las falsificaciones y, en general, delitos contra la propiedad en los jugadores patológicos (Cabrera y Fuertes, 1997).

ESQUIZOFRENIA:
La esquizofrenia es la psicosis mas comúnmente diagnosticada (un desorden mental discapacitante que involucra contacto deteriorado con la realidad), tiene lugar en alrededor del 1% de la población. Casi la mitad de los pacientes internos en instituciones psiquiatritas son esquizofrénicos. El esquizofrénico se caracteriza comúnmente por síntomas positivos de pensamientos desordenados, falta de contacto con la realidad, delirios y alucinaciones. Los síntomas negativos incluyen falta de afecto (emoción), bajos niveles de motivación, poca verbalizacion y autoaislamiento social. Además de estos síntomas, puede presentarse agresión, en forma crónica o en explosiones aisladas.

Los fármacos mas comunes para el tratamiento de la esquizofrenia son los tranquilizantes mayores (neurolépticos o fármacos antipsicoticos). Antes del descubrimiento de estos fármacos en la década de los cincuenta, existían pocas formas de tratamiento efectivo para los psicóticos. La mayoría de los informes ofrecen un panorama de confusión total, de gran caos, que incluía agresión excesiva y peligrosa por parte de algunos pacientes. Los pacientes violentos eran limitados mediante el uso de camisas de fuerza, quizás incluso de grilletes y cadenas, o eran recluidos en celdas. Cualquier arma potencial les era apartada. Una vez que los fármacos antipsicoticos fueron descubiertos, se produjo una impresionante reducción global en los niveles de agitación de los pacientes, lo que redundó en una disminución en el uso de recursos que los limitaran físicamente.
    
La cropromacina y la tioridazina son dos tranquilizantes mayores usados frecuentemente para controlar a pacientes esquizofrénicos agresivos. Ambos son muy efectivos para bloquear los receptores de dopamina y reducen así los síntomas esquizofrénicos que producen agresión.
En caso de explosiones agresivas extremadamente peligrosas en esquizofrénicos se utilizan fármacos con efectos tranquilizantes a corto plazo.


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